Un paraíso de playa con un restaurante que ofrece comidas deliciosas y un personal atento que te hace sentir como en casa. La piscina al aire libre te invita a refrescarte mientras disfrutas de las impresionantes vistas al mar. Y para aquellos que buscan relajarse, la terraza es el lugar perfecto para tomar una copa y contemplar la puesta de sol. Además, el acceso directo a la playa desde el patio te hace sentir como si tuvieras tu propia entrada privada al océano. ¡Una experiencia increíblemente exclusiva!

La barrera del idioma puede ser un pequeño inconveniente.

la estancia en Ligiani Beach Room en Figueira da Foz fue increíble. José y su esposa fueron maravillosos anfitriones, siempre atentos y amables. Nos ofrecieron bebidas refrescantes, café y un desayuno espectacular. La habitación estaba limpia y cómoda, y pudimos disfrutar de la piscina para nosotros solos. Los dueños nos ofrecieron incluso comida para llevar al marchar. ¡Una experiencia genial que superó nuestras expectativas!

El tiempo estaba nublado y no pudimos disfrutar completamente de la piscina.

Desde el momento en que llegué, el dueño José y su esposa fueron extremadamente amables y atentos. Siempre estaban dispuestos a ofrecer bebidas refrescantes como cerveza o agua fría, e incluso café durante todo el día. El desayuno que preparaban era espectacular, con una gran variedad de opciones deliciosas como pasteles caseros, mermeladas, croissants, zumos y yogures.

Como aspecto negativo, debo mencionar que se trata de una casa particular donde tienen acondicionada la parte de abajo y el garaje. Al entrar, se puede encontrar ropa expuesta en el garaje y algunas cosas más en un pasillo hacia la habitación, lo cual puede resultar un poco chocante.

La ubicación del hotel era perfecta, muy cerca de la playa con fácil acceso a diversos puntos de interés. Además, la habitación era amplia y limpia, lo que hizo que nuestra estancia fuera cómoda y agradable. disfrutamos de la piscina, que aunque no pudimos utilizar debido al clima, ofrecía una opción de relajación durante la estación navideña.

Por otro lado, nos sentimos un tanto desconcertados al llegar al hotel, ya que resultó ser una casa particular en lugar de un establecimiento hotelero convencional. Tuvimos que atravesar un garaje con ropa expuesta y un pasillo lleno de objetos antes de llegar a nuestra habitación, lo cual consideramos un tanto incómodo e inesperado.

Personal multilingüe en la recepción las 24 horas: ¡Son como magos que hablan todos los idiomas! No importa si eres un hispanohablante o un francófono, te aseguro que te entenderán. Incluso hablan inglés y portugués, ¡es increíble!

Ubicación un tanto sorprendente: Al principio puede ser un poco desconcertante encontrar el lugar, ya que es una casa particular convertida en hotel. Sin embargo, una vez dentro, todo es tranquilo y acogedor.

Mi estancia en Ligiani Beach Room fue maravillosa. José y su mujer fueron unos anfitriones increíbles. Siempre estuvieron atentos y amables, ofreciéndonos bebidas, café y un desayuno espectacular. Nos sentimos muy cómodos en todo momento y todo estaba impecablemente limpio. Además, disfrutamos de la piscina para nosotros solos y nos ofrecieron la posibilidad de utilizar la lavadora y las toallas para el baño y la piscina. Incluso al marcharnos, nos ofrecieron comida y fruta para llevar. El trato de José y su mujer fue inmejorable, les doy una puntuación de 100. Sin duda, repetiría mi estancia en este lugar, ya que el trato es mucho mejor que en un hotel. Las almohadas eran súper cómodas y encontramos la paz y tranquilidad que buscábamos para nuestras vacaciones.

Todo fue como quería y necesitaba. 🌟